Generalmente al acudir al dentista el tratamiento común es tapar muelas, dicho en otras palabras consiste en restaurar un órgano dentario que se encuentra dañado a causa de caries o alguna fractura, con un material sugerido por el odontólogo.
Para lograr restaurar los dientes se encuentran las famosas amalgamas y resinas, pero en realidad sabemos ¿para qué son y cuál es el propósito de estas?
- Las amalgamas; literalmente amalgama significa "mezcla con mercurio", y en términos odontológicos esto es cierto por que la composición de las utilizadas en empastes está formada por un 50% de Mercurio (Hg) y otros metales como plata, cobre, zinc y estaño, que al mezclarlos endurece en pocos minutos y a temperatura ambiente.
Este material se usa desde hace más de 160 años por ser un material durable y económico, pero a lo largo de la historia, la amalgama ha sido acusada de provocar daños al organismo. A pesar de que científicamente se ha demostrado que las amalgamas mal hechas con un exceso de mercurio son tóxicas, no dejan de ser un material de elección.
La ventaja principal de la amalgama es su durabilidad y economía, pero los síntomas que se pueden desencadenar son los siguientes: poca vitalidad, irritabilidad, dolor de cabeza, mareos, temblores, molestias intestinales, pérdida de memoria, insomnio, debilidad muscular, dolores de espalda, de mandíbula, paradontósis, alergias, asma, nerviosismo, depresión, perturbaciones de coordinación, parálisis, perturbaciones de vista y de oído, defensas bajas frente a infecciones, arritmia, anemia, electrosensibilidad.
- Las resinas; literalmente resina significa sustancia pegajosa, sólida o de consistencia pastosa, y que se obtiene de algunas plantas de forma natural o se fabrica artificialmente.
Las resinas en odontología son compuestas y han sido, desde el principio de su existencia, un material que ha jugado un papel muy importante en la odontología y en la demanda de estética por parte de los pacientes. Actualmente contamos en el mercado con sistemas de resinas compuestas que imitan verdaderamente la dentición natural desde el punto de vista óptico y de propiedades físicas.
Las ventajas de las resinas son: la estética, fácil de colocar, no se necesita destruir la pieza dental más de lo necesario. La única desventaja es su durabilidad, en mi práctica profesional doy de garantía a mis pacientes resinas de 5 años, pero he llegado a ver resinas de 10 años sin ningún problema, la durabilidad depende de los hábitos del paciente y dieta, ya que entre mas abrasión, más rápido se tendrán que cambiar.
Antes de elegir el material de restauración hay que saber que nos van a colocar!!
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